Relación Intercontinental de Europa

En la historia de las relaciones europeas con los otros continentes se considera el siglo XVI como punto esencial de cambio. Se puede hablar de una fase antigua y de una fase moderna: la primera está caracterizada por relaciones comerciales principalmente terrestres con el continente asiático y parcialmente marítima con las costas de África Septentrional, acompañadas por intercambios relativamente agresivos, mientras que Europa sufre innumerables invasiones.

La posición geográfica del continente europeo es determinante y se puede definir como un apéndice peninsular del continente asiático sobre el Océano Atlántico, y sobre el mar Mediterráneo. Por esta posición, desde la más remota antigüedad el continente europeo ha sido el punto de llegada de muchos pueblos invasores procedentes de Asia Central.  Los primeros pueblos indoeuropeos que llegaron a Europa fueron los Celtas, Griegos, Umbros, Sabinos, Latinos, etc., que se establecieron en las tierras fértiles y calientes de la costa del Mediterráneo, éstos a parte de las originarias poblaciones prehistóricas como son los Vascos, Etruscos, Ligures, Pelasgos.

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Migración Indoeuropea

Los griegos establecieron relaciones con todos los pueblos del Mediterráneo, obteniendo informaciones científicas y culturales que formaron el núcleo de su ciencia y filosofía considerándose después como la base de la civilización occidental. Los griegos eran comerciantes y como tales grandes navegantes que establecieron colonias tanto sobre las costas del Mediterráneo, como en las de Asia Menor.  Su expansión militar culminó con la expedición de Alejandro Magno, quién derrotó definitivamente a los Persas, avanzando hasta la India Septentrional. Los resultados de la expedición fueron sorprendentes y dieron origen a la fundación de reinos indo griegos que elaboraron  una civilización original, fundiendo elementos griegos e hindú, como se observa en el arte del Gandhara.

El expansionismo militar europeo continuó con los romanos, quienes además de conquistar casi toda Europa establecieron colonias en Asia Menor, en el cercano Oriente y sobre las costas africanas. Su conquista asiática fue bloqueada por los Partos que estaban en guerra continua con los romanos.  La unidad territorial del imperio romano garantizaba y estimulaba la expansión de las relaciones comerciales con otro grande imperio de la antigüedad: el de China.

China desde el siglo II a. C. era un estado poderosamente organizado bajo la dinastía Han que extendió su dominio hasta Asia Central. Numerosas caravanas recorrían la Ruta de la Seda, que iba desde Oriente hasta Occidente, transportando seda, porcelana y especias, destinadas a llegar hasta Roma mientras que en China llegaban vidrios, metales y monedas romanas. Los romanos y los chinos conocedores de su recíproca existencia en vano trataron de establecer contactos directos mediante el envío de emisarios, que eran obstaculizados por los partos, los cuales controlaban gran parte del enorme tráfico comercial entre los dos países. En esta época la cuenca del Mediterráneo se empezó a cultivar la fruta originaria de China, principalmente cítricos y duraznos. y en China se empezó a cultivar la uva.

La invasión de pueblos bárbaros causó la caída del imperio romano con el consiguiente ajuste de gentes y países, que en el Medioevo se reelaboran y fundamentan elementos culturales grecorromanos con el cristianismo, dando origen a la Europa Moderna que empieza a delinearse en el Renacimiento. En la Edad Media, los Árabes tuvieron un papel determinante en las relaciones europeas con otros continente: extendieron su dominio sobre las costas africanas, en España, en Sicilia, en Asia, hasta la India y algunos grupos islámicos se establecieron en China. Su presencia representó un factor unificador de civilizaciones y pueblos. El uso del papel y de la pólvora de origen chino, las matemáticas posicionales y el cero, de origen hindú, son para colocarse entre los elementos más importantes que los árabes transmitieron a los europeos. La política militar europea de este periodo es la defensa y al mismo tiempo rechazo hacia los árabes, mientras las Cruzadas en Tierra Santa son para considerarse como un intento de expansión  colonial incipiente en nombre de la fe para garantizar la seguridad del tráfico comercial y asegurar nuevos emporios.

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El ajedrez es otro ejemplo de elementos llevados a Europa por los árabes que era de procedencia Hindú, jugado antiguamente por los brahmanes. Cuadro 

La búsqueda de relaciones con los mongoles en el siglo XIV es también para considerarse como una tentativa del papa y de otros gobernantes, para buscar nuevas alianzas con la finalidad de delimitar el poder islámico. La misión de los hermanos Polo y de Marco Polo entra en el cuadro de este tipo de relaciones al mismo tiempo diplomáticas y comerciales. «Il Milione» de Marco Polo contribuyó de manera decisiva en la ampliación  de los conocimientos geográficos de los europeos, en particular la relación  de su viaje de regreso por mar desde China hasta el Golfo Pérsico, contribuyó a la búsqueda de nuevas rutas comerciales y más tarde a la circunnavegación de África y al descubrimiento de América.

Europa, carente de materias primas, y muchos otros productos tales como el marfil, especias, etc. trataba de obtenerlos a través de flotas poderosas que pudieran  surcar  los mares y establecer colonias en tierras lejanas, que aseguraran la estabilidad y la continuidad de la importación de tales productos.

Los portugueses fueron los primeros en circunnavegar África y a establecerse en Goa, India, y posteriormente en China. Es importante recordar que China tenía amplios conocimientos sobre navegación. En 1405 envió una flota de 62 naves con una tripulación de 28.0000 hombres que llegaron hasta las costas de África y del Golfo Pérsico. Sus expediciones no tenían como objetivo  conquistar a otros pueblos estableciendo colonias que le sirvieran  de apoyo para el tráfico comercial, sino que tenían como finalidad de conocimientos nuevos y buscar productos raros para llevarlos al emperador. En el siglo XV, China era el país más avanzado culturalmente y económicamente, al contrario de Europa que estaba dividido en numerosos países en continua lucha entre ellos y desgarradoras contiendas internas, que unidas a una pobreza endémica del suelo, empujaba a la gente a la búsqueda  de otras actividades y entradas económicas. El descubrimiento de América entra en este cuadro socioeconómico y se debe considerar como el punto de partida de nuevas relaciones extra europeas, marcadas por una política militar y colonialista, que garantizaba la entrada de grandes riquezas en Europa.

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Rutas de Intercambio entre Asia y Europa. Ruta de la seda

Por primera vez después de la conquista de Alejandro Magno se observa una sólida exportación de valores culturales europeos, en primer lugar religiosos, comparables a la difusión islámica que se fundieron con otras culturas. La pólvora, invento chino, y el uso de armas de fuego jugaron un papel determinante: los países que los poseían, China Japón, India, resistieron los ataques de los europeos hasta el siglo XIX, mientras que África y América sucumbieron totalmente a la presión de los invasores.

A los africanos les tocó la peor suerte, convertidos en esclavos fueron transportados como mercancía para trabajar en las Indias Occidentales. Las culturas prehispánicas de cualquier modo sobrevivieron a la destrucción, y el cristianismo fue el elemento unificador que trató de volver comprensible y asimilable creencias extrañas como el culto a la Virgen de Guadalupe, o de la Cruz de Tila, etc.

A los portugueses, le siguieron los españoles, los holandés, los franceses y los ingleses en el dominio de los mares, en la conquista de las costas americanas asiáticas y africanas. Interesante es la conquista española de las Filipinas y del Galeón de Manila, que cada año zarpaba del puerto de Acapulco para tocar, después de una larga travesía las costas de Filipinas. Las naves y la tripulación totalmente mexicanas, transportaban plata y monedas mexicanas, que eran principalmente absorbidos por China, donde eran consideradas como moneda corriente. Estas naves regresaban a México cargadas de sedas, porcelanas, marfil, especias, y una parte de estos productos le permanecían al territorio mexicano, mientras que el resto proseguía hacia Europa, dando origen a un enorme tráfico comercial a nivel mundial.

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Ruta de la Nao de Manila hacia México

La entrada a Europa de enormes riquezas y de materias primas como el algodón, produce un avance en la explotación de energía mecánica y térmica, con un consiguiente desarrollo tecnológico e industrial que en los siglos XVIII y XIX dieron camino a nuevos procesos socioeconómicos y científicos, los cuales son la base de la Europa moderna y de sus relaciones intercontinentales. Esta nueva era industrial iniciada en Inglaterra y caracterizada por una tecnología avanzada, constituye el fundamento de las relaciones políticas y comerciales de los países europeos con los países de los otros continentes.

 

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